viernes, 16 de noviembre de 2012

El lenguaje del alcohol

Como todos sabemos el alcohol está muy presente en la sociedad y por tanto, tenemos un lenguaje específico que todos conocemos, sobre todo nuestra generación, ya que al ir popularizándose mucho más el uso del alcohol (para cualquier evento) también se  ha difundido un tipo de lenguaje diferente.

El alcohol ha sufrido un proceso de transculturación; por ejemplo en la generación de nuestros padres y abuelos estaba mucho más extendido el consumo del vino, que era mucho más típico de España, sobre todo en la zona de las Castillas; pero poco a poco, nos ha ido invadiendo la bebida de otros países, como el vodka que procede de Rusia, el baileys, que es una bebida irlandesa, y muchos más... 


Ciertamente, también el contexto es muy significativo a la hora de consumir bebidas. Por ejemplo, no es muy usual que un jueves por la tarde veas a alguien tomarse cinco copas, como tampoco lo es que salgas de casa y veas a una persona en la puerta de un supermercado borracho y con una caja de tetrabrik. Pero ¿por qué pensáis que pasa esto? ¡Qué pasa!, que si voy bien vestido/a, ya puedo llevar una copa en la mano y lucir mucho más que una persona que vaya con harapos y cajas de vino barato… 


El alcohol es protagonista en muchos momentos de nuestras vidas: en el momento “brindis” cuando celebramos una boda, en eventos con familiares y amigos... De hecho, se ha convertido en algo tan convencional que utilizamos distintas fórmulas para brindar: “¡arriba, abajo, al centro y para dentro!”... Sin embargo, a veces no bebemos para conmemorar algo, sino por todo lo contrario, cuando estamos tristes, o tenemos problemas, y erróneamente pensamos que beber nos ayudará. 


La función predominante principalmente en los medios de comunicación, es la fática y la referencial. Estos se valen de cuidadas técnicas para llamar la atención. Los anuncios tienen “connotaciones positivas”, es decir, te venden lo que quieres ser o lo que quieres conseguir y para ello te muestran todo aquello que quieres lograr, ese deseo que tienes de ser mayor y de contar con los beneficios de serlo. Los anuncios buscan también que pertenezcas a un grupo determinado: con el producto que te están anunciando podrás sentirte parte de tu grupo, ya que todos hacéis lo mismo y bebéis. 

Por otro lado, tenemos otro tipo de anuncio que lleva implícito “connotaciones negativas”. Un claro ejemplo de estos anuncios son las campañas publicitarias del alcohol para que tomemos mayor conciencia de los efectos dañinos que el este produce. Y es aquí donde me gustaría que pensaseis en la contradicción que existe por el hecho de que el alcohol esté permitido (al igual que otras drogas legales) y sin embargo, tenga tantísimas repercusiones negativas sobre nuestra salud. 


La consumición de alcohol depende de varios factores

1. Edad: dependiendo del país en que nos encontramos, consumir bebidas alcohólicas está permitido a una edad más o menos temprana. En España, no esta permitido beber alcohol si tienes menos de 18 años. Sin embargo, esto es algo que se incumple la mayoría de las veces, pues todos sabemos que los adolescentes empiezan cada vez más pronto a consumir y a beber alcohol. 

2. Sexo: al parecer, también hay diferencia entre hombres y mujeres para tolerar el alcohol. Según algunas investigaciones, una mujer no tolera tanto el alcohol como un hombre. Se cree que la diferencia entre géneros puede deberse “a la complexión y otras particularidades que distinguen a los hombres de las mujeres”. 

Desgraciadamente, chic@s una vez más hay polémica en este tema, y es que a día de hoy, todavía la mujer es denigrada e insultada si se pasa con la bebida, en cambio, un hombre que se emborrache, en la mayoría de los casos está libre de críticas… ¿Se os ocurre alguna situación incómoda que ha tachado la imagen de alguna amiga, prima, hermana, madre o alguien de vuestro entorno como una “alocada” o “irresponsable”, por beber demasiado en fiestas? ¿Habéis oído los mismos comentarios hacia el sexo masculino? Me gustaría que expusieseis vuestras experiencias. 

3. Clase social: La sociedad en la que vivimos, cada vez más concienciada de las consecuencias del alcohol, aunque no por ello exenta de peligros, condenará de forma implacable el alcoholismo. Está claro que son diferentes los efectos en función de si la bebida es más cara o más barata, y es justo aquí donde nos debemos hacer una serie de cuestiones, ¿Pasa desapercibida una persona que haga un consumo abusivo del alcohol, pero que tenga dinero? ¿Por qué? 

Quizá sea porque nos han pintado el alcohol como seña de identidad de la elegancia, de la diversión, del triunfo; incluso lo han llegado a presentar como un instrumento para solucionar problemas. Eso sí, lo que nunca te cuentan los anuncios de alcohol son los problemas derivados del abuso del mismo. 

Nos guste o no estamos tan enfrascados en el mundo del alcohol que el lenguaje verbal y no verbal, no han tenido más remedio que unirse. En el lenguaje verbal, sin ir más lejos, se ha insertado en el léxico; con tecnicismos como destilación, fermentación, control de alcoholemia, y síndrome de abstinencia, se incluyen también palabras dentro del mismo campo semántico como por ejemplo vino, y sus derivados (mosto o champagne), cerveza y sinónimos como quinto, pinta, tanque, jarra, botellín, litrona… 

En cuanto al léxico del alcohol, es muy variado ya que utiliza diferentes recursos: los coloquialismos (“ir borracho”, “ir ciego”), los eufemismos (“ir contento”, “ir a tope”, “con unas copas demás”), hace también un uso figurado (“volcar”, “ir doblado”), y formal (ebrio, sobrio). 

El alcohol se encuentra presente en nuestro lenguaje escrito: “El vino agrada y el agua enfada”, o citas célebres como “El alcohol provoca el deseo pero frustra la ejecución” Shakespeare. Resulta llamativo que cuando empiezas a beber te sientes más lanzado. Pero cuando te pasas en el número de copas, ¿no te pones “tonto” y acabas haciendo el ridículo? En una persona ebria, se reduce la capacidad del habla, de pensamiento y de cognición. 

Si atendemos al lenguaje no verbal, vemos que los efectos del alcohol se perciben fácilmente: cuando escuchamos gritos en zonas de fiesta, el jaleo de los macro botellones, al ver el estado de alguien, el sabor de una bebida, el olor a alcohol tras haber bebido… 

Para concluir, me gustaría añadir algo que me llama especialmente la atención, y es el hecho de que son numerosos los eventos deportivos que patrocinan marcas de bebidas alcohólicas. ¿Por qué lo hacen? Estoy segura que NO por un incondicional amor al deporte. 

Personalmente considero que los anunciantes de alcohol necesitan limpiar esa imagen negativa que tienen sus productos, y no hay mejor forma que asociar el consumo de alcohol con el deporte y así, con la salud y la buena forma física. 

¿Qué opináis vosotros sobre esto?



4 comentarios:

  1. Compañeros me gustaría compartir con vosotros un video que a mi me gusta mucho y que nos puede servir para ver el alcohol desde otro punto de vista.

    https://www.youtube.com/watch?v=60GJ0dJ1xmE

    Hemos hablado del efecto del alcohol y del impacto que causa en nosotros y me pongo a pensa en la frase: "Ni borracho hago esto o lo otro". Un ejemplo sería que yo que, ni con todas las copas del mundo, conseguiría hacer ni la mitad que el chico del video.


    Noelia Martín.

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  2. Está claro que el alcohol está muy arraigado culturalmente. Lo que se cuestiona estos días es que "los jóvenes solo saben divertirse con alcoho" y que cualquier pequeña festividad sea motivo de un macrobotellón.

    Desde luego, la publicidad nos incita a beber, ahora bien, el objetivo de la publicidad es incitarnos: nos incita a todo (a consumir, básicamente).

    Impresionante el vídeo.

    Mar Moreno

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  3. Me gustaría responder a un debate que se nos ha planteado sobre la hipocresía de esta sociedad que nos vende de forma legal drogas como en esta caso el alcohol, pero que sin embargo es una de las drogas más peligrosas que hay simplemente basándonos en el hecho de que coger un coma etílico es más fácil de lo que parece y más en la adolescencia. Los gobiernos legalizan el alcohol y el tabaco porque son las drogas de "toda la vida" por así decirlo y no nos las podrían quitar porque es el opio del pueblo, y además porque a través del alcohol y el tabaco se obtiene grandes beneficios debido a los impuestos, así que de esta forma todos salimos ganando: el gobierno se embolsa millones a costa de nuestra salud y nosotros obtenemos formas de evasión legales, y para que parezca que el gobierno vela por la salud de sus ciudadanos, prohiben drogas blandas como la marihuana o el hachís o drogas fuertes como la cocaína, pero no seáis tan ingenuos de creer que están realmente prohibidas pues si así fuera no entraría ni un miligramo de cocaína en España, por ejemplo. El gobierno tiene negocios con ciertas mafias y sí que dejan entrar estupefacientes de todo tipo a cambio de cuantiosas cantidades de dinero, esta es la gran hipocresía.

    Nos venden que el alcohol y el tabaco son "guays" a través de la publicidad, películas, series, "reality shows"...pero a la vez nos invaden con campañas de concienciación y prevención (pues hoy en día está más que claro lo perjudiciales que son para la salud). Pero si de verdad no quisieran que consumamos alcohol y tabaco prohibirían su publicidad y aparición en "realities" (Gandía Shore) por ejemplo. Es un negocio y punto, y quieren que lo consumamos, pero tienen que dar la apariencia de que se preocupan por nuestra salud. En mi opinión, beber es un placer siempre que se haga de forma responsable y moderada, y soy de las que reivindican el vino y la cerveza como las mejores bebidas alcohólicas, ya que son las más sanas.

    Conchita Álvarez

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  4. En mi opinión, actualmente el alcohol está asociado a salir de fiesta o pasar un buen rato. ERROR. Deberíamos despegar el alcohol de este ambiente lúdico, ya que puedes no ir borracho y echarte unas risas igual.
    Tengo un amigo que este año no puede beber alcohol y por este motivo no viene con nosotros cuando vamos de fiesta, lo que me parece una gran tontería. De hecho, la noche de Reyes, como me tocaba coger el coche, no bebí ni una gota y esto no me impidió divertirme igual que siempre y pasar un buen rato con mis amigos, eso sí, el dolor de pies de los tacones parece que se notaba más.

    Ainoa Martínez.

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