martes, 6 de noviembre de 2012

El lenguaje de la seducción I

La declaración de amor es una forma de expresión que conocemos desde la época del Imperio romano, donde ya se veían inscripciones con connotaciones sexuales, por lo que nos damos cuenta de que este modo de transmitir sentimientos no es nuevo. Incluso la más reciente forma de declararse, lo que llamamos “grafitis”, podemos relacionarla con las pinturas rupestres. Es decir, la sociedad moderna no ha inventado ninguno de estos métodos, somos meros receptores de estas culturas. En cuanto a esas pinturas rupestres, no está comprobado que los grafitis tengan su origen en ellas, pero sí podemos encontrar algún punto en común: ambos son un medio de comunicación. Sin embargo, las pinturas rupestres se hacían en lugares cerrados, de ellos para ellos, y los grafitis, por su parte, en zonas abiertas y públicas.
Antiguamente, la gente declaraba su amor enviándose cartas o escribiéndo poemas. Pero ahora mucha gente escribe lo que siente en paredes, puentes… Por lo que algo privado e íntimo como puede ser el amor de dos personas, ha pasado a ser asunto público y de un mayor número de personas.
En este sentido, podemos encontrar elementos del lenguaje en dichas pinturas: elementos gráficos (corazones que simbolizan el amor, diferentes tipologías y colores…), espacio (según el lugar donde se encuentre el grafiti puede significar una u otra cosa: un sitio significativo para una pareja. Y no solo eso, sino que posee una connotación transgresora, pues lo establecido es pintar sobre el papel),  función y significado (expresiva= significado amoroso, “te quiero”; apelativa; poética= grafitis con poemas, “Mi corazón lleva y llevará tu nombre”…).
Si tomamos la declaración de amor como discurso, encontramos diferentes aspectos que actúan en él: emisor y receptor (pueden usar pseudónimos para dirigirse el mensaje directamente, aparecen FECHAS por las que el receptor sabe que ese mensaje va destinado a él), contexto (el espacio condiciona el mensaje e informa sobre la relación de los amantes). También encontramos otros factores que afectan en este tipo de declaraciones: sexo (pues las mujeres tienden a ser más detallistas en sus inscripciones, más afectivas, mientras que los hombres son más escuetos), edad (una persona de 50 años, raramente, escribirá un grafiti a su pareja. Se declarará, generalmente, mediante una carta), clase social (en barrios más distinguidos estas inscripciones tienden a esconderse, mientras que es en los barrios obreros donde abundan, con letras más grandes y colores más llamativos).
Por último, existe el muro virtual. Esto es, las redes sociales (generales, como Tuenti o Facebook, o específicas para encontrar el amor, como Meetic). En los tiempos que corren, en los que la tecnología ha invadido nuestras vidas, las declaraciones de amor a través de estos muros virtuales también son una buena opción. De este modo transmitimos nuestros sentimientos y se lo hacemos saber a todo el mundo, puesto que la felicidad y el amor son sensaciones que nos gusta gritar a los cuatro vientos y compartirlas con los que nos rodean.
En conclusión, los grafitis no son una forma de vandalismo como mucha gente cree, quizás sí que tengan algún matiz transgresor, pero sirven para expresar sentimientos. Aunque, según las estadísticas, mucha gente continúe prefiriendo el método de declaración tradicional, los grafitis irán ocupando cada vez más nuestro entorno y se irán convirtiendo en una forma habitual de declaración amorosa: LA NUEVA FORMA ARTÍSTICA QUE AÚNA LO VISUAL, LO ESCRITO Y EL AMOR.
¿Estamos denigrando la lengua escrita? ¿Creéis que las manifestaciones amorosas son para hacerlas en público o en privado? ¿Cómo las preferís?




2 comentarios:

  1. Yo soy más de manifestar mi amor en privado, de hecho no me gustan nada las parejas que dicen a todas horas lo mucho que se quieren por facebook o redes sociales, es verdad que cuando estás enamorado lo quieres decir a los cuatro vientos pero como no todos tus "amigos" de facebook son tus amigos, mejor saltarnos este paso.
    Aunque al graffiti sí que le veo un poco su encanto, ya solo por estar hecho a mano parece un poco mágico, pero para que me gustara debería ser en un lugar en el que no molestase a nadie y que no se reconociera ni su autor ni su destinatario.

    Pero siempre preferiré una carta...


    Ainoa Martínez

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  2. Yo estoy con Ainoa. No me gustan que me manifiesten el amor por redes públicas pues considero que es algo íntimo, y como tal, es preferible, en mi opnion, hacerlo en privado. También tengo que decir que no soy una persona de palabras sino de hechos, no me vale de nada que me digan "te quiero" por Face si luego haces como que no me ves.
    Conozco muchisimas parejas que noche tras noche, mañana tras mañana, se despiden y se saludan por Facebook. ¿De verdad es necesario? ¿o la necesidad reside en que una faceta tan importante como el amor en la vida de la personas se haga pública para que la gente vea que en ese campo tú estás servido?

    Para acabar me gustaría ser honesta y decir que a mi también me hubiera gustado que alguien me escribiese "tu y yo a tres metros sobre el cielo" en el puente más grande de mi ciudad, pero como decia Ainoa, omitiendo su autoria y su destinatario.

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