Como
todos sabemos, una boda no solo implica el mismo día en el que los novios dan
el “sí quiero”. Hay una serie de procesos anteriores que conducen al
matrimonio, y todos en conjunto forman parte del lenguaje del que vamos a
tratar. Las diferentes fases son:
·
Noviazgo:
hay un claro cambio según las épocas, puesto que antes solo existía soltería y
noviazgo (una vez casada la pareja). En el s. XX el varón iba a casa de la
novia a pedir la mano, pero aún no había relaciones. En los años 50, con
vehículos propios, empiezan las primeras salidas de las parejas y, en los 60,
con la revolución sexual, aparece el concepto del noviazgo actual. En la DOCENCIA: podemos enseñar
canciones populares valencianas relacionadas con el “festeig”.
·
Pedida de
mano: su origen yace en el consentimiento de los padres, pero actualmente
no es necesario que estos estén presentes para que dicha pedida tenga lugar,
aunque a veces sí que se reúnen a ambas familias para hacer oficial la noticia
de la pedida. En este acto se intercambian regalos, que suelen ser el anillo
(de prometida) y un reloj para el novio. DOCENCIA:
enseñar a los niños que hay momentos en los que su comportamiento ha de ser
formal, no todo es una situación coloquial y familiar. Además, podemos
transmitirles la idea de la igualdad sexual: ahora tanto él como ella pueden
pedirle matrimonio al otro.
·
Anuncio
boda: al resto de la familia, a los amigos… Es el momento de la entrega o
el envío de las famosas invitaciones de boda. DOCENCIA: con los niños podemos fomentar su
creatividad plástica mediante la elaboración de tarjetones y sobres. Puesto que
esto es un tipo de lenguaje visual, nos dará información sobre los novios: si
los sobres son de papel reciclado, si están sensibilizados con los niños o si
les gustaría tenerlos…
·
Despedidas:
diversión, las bromas, el alcohol… Hay diferentes formas de celebrarlo, según:
- Momento del día: si es por la MAÑANA podemos hacer capeas, una partida de paintball, una escapada en barco, una paella… Pero si es por la NOCHE, el ambiente cambia mucho: boy/stripper, tupper sex, postres y disfraces con formas de miembros sexuales...
- Edad: No lo celebra igual una pareja que se case con 24 años que otra que lo haga con 40, puesto que las condiciones y preferencias en sus vidas son diferentes.
- Sexo: las mujeres suelen llevar diademas con penes pero van muy arregladas y los hombres, sin embargo, se conforman con una camiseta de algodón con alguna frase o foto.
·
Regalos: también
han variado mucho con el paso de los años. A nuestras abuelas, por ejemplo, les
regalaban vajillas, manteles (que aún conservan, con sus iniciales). En los
80-90 aparecieron las listas de bodas de “El
corte inglés”, en las que el invitado iba a comprar algo de lo que había
pedido la pareja, o abonaba el importe de algo que ya había comprado. Sin
embargo, en la actualidad, la mayoría de las invitaciones van acompañadas de un
número de cuenta: es una información muy sutilà
ingrésame dinero, págame tu plato…
·
El día de
antes: los amigos y familiares de los novios son los protagonistas en este
día, pues se encargan de pintar el asfalto de la casa de ambos (l’enramà), hacen carteles divertidos con
fotos de la pareja (imitando revistas, los típicos de oeste “se busca”…) y
pancartas en cualquier parte de la ciudad/pueblo en las que se informa del
evento, entran a sus casas para gastarles bromas… Todo con intención de
transmitirles su alegría por el enlace.
·
Todo a
punto para…
·
La
ceremonia: durante el enlace se pronuncia el esperado “SÍ, QUIERO”, que
significa que ambos han aceptado esa unión y desean estar juntos. Al salir,
bien del juzgado bien de la iglesia, se tira ARROZ, PÉTALOS… y la novia tira SU
RAMO: si lo coge una soltera, será la siguiente en casarse. Y durante la
celebración, también es muy importante la MÚSICA (la relacionamos directamente
con una boda) y las TRACAS, aquí en nuestra ciudad sobre todo.
§ Supersticiones relacionadas con las bodas: no
llevar perlas, no casarse ni en enero ni un martes, la corbata de novio recta,
la novia con velo, el traje de la novia no se puede ver, se ha de llevar algo
nuevo, algo viejo o prestado y algo azul…
Si no se cumplen estas condiciones, se dice que la boda no saldrá bien.
·
Convite:
Influye mucho el factor de la clase social (es decir, el poder adquisitivo) y
la fecha en la que se realice. Puede celebrarse en la playa, en el típico salón
de celebraciones, en un barco.
§
Durante el convite se repite la famosa frase
“¡Qué se besen!”, tanto a los novios, como a los padrinos.
§
Las MESAS transmiten mucha información: la gente
que está cerca de la mesa nupcial es de gente más allegada.
§
La TARTA: todos están pendientes al momento del
corte.
§
BRINDIS: sinónimo de alegría, de felicidad, se
entrelazan los brazos como símbolo de unión.
En resumen, la boda es un evento social más que, por tanto, posee
su propio lenguaje especial. No es lo mismo que la pareja sea la encargada de
los preparativos que si dicha pareja los deja en manos de profesionales. Y en
este punto surgen algunas cuestiones:
1.
RESPECTO
A LOS REGALOS, ¿QUÉ OS PARECE QUE SE PONGA EL NÚMERO DE CUENTA? ¿NO ES UNA
FORMA DE OBLIGAR A APORTAR UN DINERO QUE QUIZÁS NO LE VENGA BIEN? En mi
opinión, yo invito a alguien a mi boda porque para mí es un momento especial
que quiero compartir con las personas que me importan, independientemente de sí
me hacen un regalo o no (cosa que siempre ha de ser voluntaria).
2.
¿QUÉ
OPINAIS DE LAS BODAS EN GENERAL? ¿Realmente es necesario un papel y una
celebración para saber que quieres estar con alguien?
3.
Para
darle un punto divertido… ¿CÓMO OS GUSTARÍA CELEBRAR VUESTRA DESPEDIDA DE
SOLTEROS? ¿Y VUESTRA BODA?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Hola, gente!
ResponderEliminarBueno, sobre lo del "noviazgo", quería contar una anécdota que me parece muy graciosa y que seguramente a mucha gente le ha pasado. Se trata de la típica discusión de "¿qué es un novio?" con la abuela o abuelo. Para mi abuela, mi pareja es mi "amigo", y nunca jamás en la vida podrá ser mi "novio" si mi padres y los de él no se presentan y comen juntos. Con esta afirmación rotunda y siendo mi abuela, ya sé quién va a ganar en la discusión. ¡Pobre de mí! Bueno, bajo mi punto de vista, creo que se ha producido un gran cambio respecto a esto: hoy en día ya no le damos tanta importancia a la presentación de los padres como a la relación en sí, porque realmente, opino que una pareja se forma con dos personas, luego ya vendrán las añadiduras, y es por eso que llamar "novio/a" a tu pareja sin conocer a su familia, actualmente ya no es un "pecado mortal", ni nada raro.
Bueno, por otra parte, sobre lo de cómo me gustaría casarme, pues me encantaría que fuese una celebración muy íntima, al aire libre, en el jardín de mi caseta de verano, ya que me trae muchísimos recuerdos de mi infancia y me haría especial ilusión. También creo que me abstendría de llevar un vestido muy pomposo, así si tengo que saltar o hacer el burro... ¡no me preocupo tanto! Ahora bien, eso es cosa de dos y... ¡ya se verá!
¡Saludos!
Yo creo que estoy de acuerdo con Samantha en que cada uno debería poder hacer el regalo que quiera y que se adecue a sus posibilidades, pero también si te ponen una lista de bodas y no te das prisa puede ser que te toque coger algún regalo que te suponga un esfuerzo pagar o que no quieras regalarles.
ResponderEliminarEs una cosa curiosa que muchas veces la gente da el dinero ya no por lo que valga su cubierto, sino por la relación que tienen con los novios y también he oído por ahí por lo que los novios les hayan podido dar en una comunión o en una boda o alguna celebración similar. Simplemente creo que la elección debería ser del invitado.
Lo de la despedida se lo dejo a mis amigas (aunque me temo que no van a pensar nada bueno).
Marina Guimerá.
Desde mi punto vista, respondiendo a la segunda pregunta, no creo que sea tan importante un papel para confirmar el amor que se tiene por otra persona ya que eso se demuestra en el día a día. Por eso mismo, dudo mucho que yo me case algún día aunque "nunca digas de este agua no beberé". Si lo hiciera tengo claro que sería una cena íntima con las personas más allegadas e íntimas, no más.
ResponderEliminarRespecto al tema de los regalos, como han comentado mis compañeras Sam y Marina, tendría que estar en la elección del invitado, dependiendo de su estado económico, ya sea ingresar una cantidad de dinero, comprar algo de la lista de boda o comprar otro regalo que no esté incluido en ella. También es cierto que la sociedad ha impuesto que si vas a una celebración sin regalar tanto dinero (dependiendo de la cercanía que tengas con la persona de la celebración será más o menos) como algo material, "quedas mal" con la persona que te ha invitado. A mi forma de ver esto debería cambiar, pero seguramente nunca lo hará...
En cuanto a lo de la despedida de soltera, aunque no me case, si me voy a vivir con una persona, se tendría que hacer una despedida de soltera sí o sí y ya la tengo apalabrada con mis amigas, aunque me temo lo peor.
Andrea Martínez Latorre.